En los últimos años, Chile ha experimentado una transformación sustantiva en su legislación penal respecto de los delitos de organización criminal y el tratamiento de las ganancias ilícitas, con reformas de gran profundidad que responden a compromisos internacionales y a la creciente sofisticación de la criminalidad organizada.

La entrada en vigencia de la Ley N°21.575, que introdujo importantes modificaciones a la Ley N°20.000 sobre tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, así como la promulgación de la Ley N°21.577, que reformó el Código Penal y el Código Procesal Penal en materias sustantivas y procedimentales, marcan un hito sin precedentes en la historia legislativa reciente del país. Estas normas no solo actualizan el tratamiento penal de las organizaciones criminales, sino que establecen nuevos mecanismos de comiso y recuperación de activos ilícitos, ampliando de manera significativa las herramientas del Estado para enfrentar la criminalidad económica y organizada.